He estudiado la disposición de
las hojas de afeitar en los cabezales. La posición hace que sea imposible
afilar las hojas dentro el cabezal.
He intentando diferentes formas
pero las hojas son tan delicadas que se arruinan con el sólo contacto con
cualquier elemento.
He visto que en internet existen
cosas e ideas para afilarlas. Pasarlas sobre una goma, sobre un cinturón o
sobre tela de jeans. He probado todo, nada de esto funciona.
Estas son las hojas de afeitar luego de un año de afeitadas diarias. En esta escansión se ve el consumo que se crea en las hojas.
En realidad afilas las hojas es
sólo mitad del problema, porque incluso consiguiéndolo habríamos ganado sólo
otros 15 días de afeitadas al máximo.
No podríamos nunca conseguirlo
sin obtener que las hojas se alejen irremediablemente de nuestra piel, y esto
impediría trabajar a las hojas eficazmente.
Aumenta la resistencia de los
pelos y la suavidad del corte desaparece. En dos palabras: no funciona.
Aquí te hago ver la página del libro que explica porqué el método funciona.
En definitiva ¿qué es lo que
queremos?
Quiero comprar las mismas hojas
de afeitar, al mismo precio, afeitarme en el mismo tiempo, con la misma crema y
con la misma suavidad del corte que encuentro en los primeros 3 días.
Quiero que en lugar de 3 días el
mismo cabezal me dure un año.
El sistema perfecto no puede
costar más que los cabezales
Para hacer algo verdaderamente
útil habría que hacer que las hojas se afilen “durante” el movimiento de
afeitarse. Cada vez que la hoja se desliza sobre la cara tendría que cortar los
pelos y afilarse sobre la piel.
Cualquier persona que entienda
un mínimo de desgaste y consumo sabe que es imposible que un instrumento puede
conseguir esto.
Una hoja, durante el corte, se
consume en la parte afilada con más rapidez de la que necesita para afilarse. Esto es verdad, no existe
ningún cuchillo, ninguna hacha, ningún serrucho que se afile mientras corta.
Pero es también verdad que ningún cuchillo corta mientras se desliza sobre una
piedra para afilar.
Imagina que tu estas utilizando
un cuchillo para cortar pelos que fueron plantados sobre el cuero que se utiliza
para asentar el filo.
Más pasas el cuchillo sobre el
cuero y más se afila el cuchillo. Creo que ya has entendido el mecanismo del
que hablo.
¿Que has ganado?
Un poco de independencia. A la
barba y a las hojas de afeitar no tienes que volver a pensar. Una vez que has
comprado un set de 4 cabezales tienes para 4 años de afeitadas diarias.
¿Comodidad o economía?
Más que un problema de economía
se trata de una comodidad. Imagina que haces un viaje en velero de un año. Lo
único que tienes que tener es tu máquina de afeitar, con un cabezal y estas
hecho. Durante el viaje puedes perderla pero te compras otro cabezal y estas
cubierto por otro año.
¿Incluso para mi barba?
Si lo que te preocupa es la
dirección de los pelos de tu barba, te aclaro que la mía de barba es una de las
más complicadas y la parte del cuello tiene practicamente un pelo que va cada
uno en dirección diferente.
Afeitarme el cuello ha requerido
siempre más de dos pasadas.
El sistema Xmov, no ha cambiado
esto pero gracias a la suavidad con la que se pasa y a la falta completa de
irritaciones sobre la piel, puedo pasar 4 o 5 veces sobre la misma parte de
piel y obtener la afeitada que deseo.
¿Cómo es la calidad del corte
luego de 10 meses?
La respuesta es una:
“confortable”. He tomado la costumbre de controlar la piel acariciándola con
una mano para verificar que no existan restos de pelos. Mientras siento pelos
vuelvo a pasar en un sentido diferente.
Desde hoy en adelante, afeitarse
no será solamente algo muy económico sino también placentero porque la resistencia
de los pelos con el uso que afila
las hojas se hace cada día menor.
GENIAL!!!!! Estaba seguro que funcionaba también esto. Segurísimo, luego de haber aprendido a dibujar en 5 minutos, luego de haberme quitado los anteojos en 4 meses ahora me empiezo a afeitar prácticamente gratis.
ResponderEliminarDesde el momento que tengo miedo que las compañías que fabrican las desechables cambien algo para defenderse, fui al supermercado y compré 4 repuestos…. Estoy listo para los próximos 16 años…
Que funcionaba estaba claro, lo que me sorprende es la suavidad del corte, con los viejos cabezales que estaba por tirar a la basura.
A propósito, tengo 45 años y en el cajoncito tenía tres repuestos usados, que no había tirado, creo que conmigo la Gillette terminó de enriquecerse.
Te mando un abrazo, querido amigo, no te imaginas el regalo enorme que me has hecho.
Javier, Madrid